Clima laboral: algo más que el solo cumplimiento del trabajo

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El llamado clima laboral, término usado en los últimos años, no es nada más que el ambiente físico y emocional del lugar de trabajo, donde se desarrolla una persona cotidianamente. Se puede decir, que es un factor bastante influyente en la satisfacción interna de cada uno, lo que se da a notar en el resultado de las tareas a cumplir y más tarde en la productividad general de la empresa.

Este “clima” está relacionado con el objetivo general de la organización, con el comportamiento de las y los colaboradores, la manera en la que desempeñan sus funciones, y sobre todo con el modo de relacionarse y de interactuar con los demás.

La directiva es la que debe estar al tanto y pendiente de aplicar una buena cultura empresarial en sus sistemas de gestión, aplicando escalas de evaluación de dicho clima. Para eso se debe trabajar en políticas del personal, de recursos humanos, con técnicas precisas que vayan acorde a la razón de negocios que se tenga.

Un denominado “mal clima” no permite que se avance, ocasiona conflictos laborales y bajo rendimiento. Además, las y los colaboradores resentirán este ambiente en su personalidad, rendimiento, e incluso, en su salud.

Los aspectos que un buen empleador debe tener en cuenta para una adecuada interrelación de sus colaboradores en la empresa son:

Independencia: que no es más que la autonomía de cada uno en el cumplimiento de sus tareas.

Condiciones físicas: es decir, el entorno donde se mueve la persona, cuestiones como la iluminación, sonido, espacio, útiles necesarios son fundamentales para el correcto desenvolvimiento de una persona.

Liderazgo: con esto se mide la capacidad que cada líder tiene al relacionarse con los demás, debido a que depende mucho el resultado, de cómo él o ella trate a los demás.

Grado de implicación: se necesita saber cuán entregados están las personas, o sea ver quién está “puesto la camiseta”.

Organización: los métodos con los que se opera el trabajo son fundamentales, pues en un ambiente caótico y sin procesos productivos es difícil desempeñarse a gusto.

Reconocimiento: el último ítem y el más importante de todos. Con un sistema de reconocimiento -que no se limita al salario- se crea, un espíritu de trabajo luchador, lo que beneficia a la empresa, y al reconocer el esfuerzo, las personas se sentirán mucho más a gusto y con más compromiso.

Es así, que con estas características una empresa puede caminar hacia adelante con un equipo realmente involucrado y en un ambiente de respeto, seguridad e igualdad. No obstante, no siempre es fácil poner en práctica las mencionadas, por lo que existen empresas especializadas -como Samper Head Hunting- en asesoría para un excelente clima laboral.